¿Es la literatura un arte o una ciencia?

Por Carolina Lorenzoni, rumbo al C4.. 

Gracias profe Tere por su impecable acompañamiento!

¿Es la literatura un arte o una ciencia? Habrá críticos y estudiosos que digan que es solamente uno u otro. Sin embargo, lo que no se puede negar es que la literatura encanta los corazones y despierta emociones como el arte. Al mismo tiempo, estimula el interés en comprenderla, sean tanto sus reglas, estructuras o historia, como la ciencia. Lo más increíble en este campo de estudio, son las varias y distintas reacciones y sentimientos que la literatura causa al lector: encanto, compasión, alegría, risa, tristeza, desolación, miedo u horror. Lo que uno quiere sentir en un día, lo puede encontrar solamente tecleando en una herramienta de búsqueda las palabras “libros de” y el nombre del sentimiento. No obstante, ¿quién buscaría “libros de horror”? Además, ¿quién sería el loco para escribir cosas espantosas? Pues tal vez personas que tuvieron experiencias así en la vida. O tal vez, la locura los haya atrapado. 

Hay dos autores de los cuales alguien se puede preguntar si les faltaba un tornillo: Edgar Allan Poe y Horacio Quiroga. El primero, de origen norte-americano, nació en 1809 en Baltimore y es conocido mundialmente como el primer autor de la llamada literatura negra. Hijo de actores itinerantes que fallecieron cuando era un bebé, Poe tuvo su vida marcada por problemas en la relación con su padrastro, con la bebida y con los juegos de apuestas. Sin embargo, revolucionó el mundo literario con sus cuentos y con la presencia de temas innovadores y poco presentes en textos de movimientos literarios anteriores, como la locura, la muerte, lo siniestro, lo sobrenatural y lo diabólico. Sus textos causan horror en sus lectores. Aquél que lee a Poe puede confirmar la sensación de molestia y extrañamiento que sus cuentos traen. Algunas de sus historias más famosas y tenebrosas son “El corazón delator”, “El gato negro”, “El retrato oval” y “La casa de Usher”. 

A continuación, el segundo autor es de origen uruguayo, nació sesenta y nueve años después del primero. A pesar del largo tiempo que los separa, Horacio era un aficionado lector de Poe y este tuvo una gran influencia en su estilo de escritura. Al mismo tiempo, ambos comparten una vida llena de momentos trágicos: su padre murió cuando él tenía sólo dos meses, disparándose accidentalmente a si mismo la escopeta; dieciocho años después, su padrastro se suicidó en frente de Horacio; su primera esposa también se suicidó y su segunda esposa lo abandonó, llevándose a su hija. Como su guía literario norte-americano, vivió siempre altos y bajos en la parte financiera, sin nunca tener estabilidad. Cerca del fin, se suicidó al descubrir que tenía cáncer.

Horacio fue un escritor de cuentos y la gran parte de ellos traen la misma sensación que los textos de Poe: el horror, el miedo y el extrañamiento. Fue un escritor de la generación de los novecientos, época en que se estaba terminando el movimiento modernista y empezando las vanguardias. Además de rasgos influenciados por Poe, sus textos cargan tintes del naturalismo: situaciones determinadas por el orden natural que la humanidad no puede controlar; aspectos pesimistas; presencia de temas como enfermedades, suciedad y vicios. Un gran ejemplo de la perfecta fusión de aspectos de Poe con el Naturalismo en la escritura de Quiroga es el cuento de “La gallina degollada”. 

La historia cuenta la desdichada historia de una pareja recién casada que busca tener la perfecta familia, aunque cada hijo que nace, nace un idiota, como el autor los describe. Los cuatro hijos se quedan el día todo sentados mirando el sol, con los ojos sin vida y las bocas abiertas. El único momento del día que demuestran algún sentimiento es cuando el sol baja el cerco, yéndose a poner y pinta el cielo de rojo: esto los lleva a hacer sonidos de apreciación. La pareja intenta una quinta vez y (de) esta vez, viene una niña perfecta, la cual indica que tiene salud y sanidad. Un día, la niña está a solas con los hermanos, ya descuidados por la madre al recusarse a recordar que tiene cuatro hijos imbéciles. El sol se pone bajo el cerco y ya no hay más el color rojo en el cielo. Así, agarran a la hermana con fuerza y repiten lo que vieron más temprano en la cocina, con la sirviente y la gallina, todo para que puedan ver el color rojo otra vez. 

Ambos autores fueron marcos históricos en el arte y en la ciencia de la literatura. Hay académicos que estudian sus textos profundamente, buscando respuestas del porqué de estas historias fueron escritas o buscando análisis perfectos de los personajes y de la trama. ¿Qué quisieron decir con sus cuentos o poemas? ¿Optaron por estos temas porque les gustaban, les incitaba a la curiosidad o porque llevaban estos sentimientos en sus almas? No se puede saber exactamente, pero lo que se sabe es que sus textos son un arte: llevan a uno a sentir. Sus palabras y sus historias son capaces de hacer a uno temblar las piernas y erizar los pelos de la nuca.