EternaTurista. Melbourne, la ciudad de los contrastes

Por Danielle Avidago

    Melbourne es conocida como una da las ciudades más felices del
mundo, juntamente con Sydney, Nueva York, Lisboa y otras (si, soy el
tipo de turista que hace una breve investigación sobre la ciudad que
va a visitar antes de viajar). Y yo no podría estar más de acuerdo!
    Cuando salí del tren que nos llevó de Curlewys (la ciudad que
nuestros amigos australianos/brasileros viven, o sea, donde mi madre y
yo estabamos “alojadas”) la primera cosa que pienso es “Estoy en Nueva
York?”. En serio, Melbourne se parece mucho con Nueva York. Tiene un
área de compras(donde hay, como en "Times Square",que es una de las
calles más conocidas de la ciudad, los cantantes amateurs que alegran
las calles) el área financiera, los bellos parques, los puentes, los
jardines botánicos, los museos, hasta los pordioseros (que son más
talentosos que muchos artistas "famosos") son como los de la isla de
Manhattan.
    Pero hay también algunas diferencias entre Melbourne y la “Big
Apple”. Además de una de ellas tener un presidente loco y la otro no
(dejo en tus manos adivinar cuál es cuál), hay muchas cosas que puedes
hacer gratis en Melbourne. Existe un tren que pasa por la ciudad
entera y que tú puedes entrar y salir gratis. Hay también dos tours
gratis, uno que tú caminas por casi todas las calles de la ciudad
(recomiendo zapatos BIEN confortables para hacer este paseo) y otro en
"StKilda", que es el otro lado de Melbourne (no comprendo muy bien la
división geográfica de Australia. Nunca sé que es ciudad, o qué es
barrio, o qué es no sé más lo que. Solo sé que todo es maravilloso!!).
Otra diferencia que no me gusta mucho, particularmente, es que en
Melbourne todo esta cerrado a las 6 de tarde. No, ésta no es solo la
realidad de las pequeñas ciudades de Australia, las grandes ciudades
también dan calidad de vida a sus habitantes. Pero soy una enamorada por
el dato de que Nueva York nunca para, "la ciudad que no duerme". Qué
puedo decir, soy una chica nocturna...
    Por las razones que cité arriba, llegué a la conclusión de que
esta fantástica ciudad es llena de contrastes: la naturaleza y la
modernidad, el viejo y el nuevo, las cosas gratis y las muy caras.
Melbourne vale cada centavo y cada minuto (o mejor, cada hora, porque
tuve que pasar 23 horas en un avión para llegar allá) inviertiedo
planeando esta aventura más que inolvidable!