La verdadera vida de un consultor

Por  Carlo Itani, alumno avanzado de Cursos de Español Online..

El texto “¿Qué necesito para ser un buen consultor de empresas?” retrata de manera fiel la actividad de consultoría. Efectivamente, describe con precisión no solo la propuesta de valor de estas empresas, como también el perfil que se requiere de un profesional para actuar y alcanzar suceso en este rubro. En mi opinión, ser consultor es todo lo que expuso el autor.

Y es un poco más. Con 12 años de experiencia en esta actividad, creo que otras tres características también hacen un buen consultor.

La actividad de consultoría requiere, sobre todo, confianza. La primera no existe sin la segunda.Incluso me atrevo a decir que, en una situación extremada, uno puede ejercer consultoría sin exactamente tener mucho conocimiento técnico, o ser muyanalítico, comunicador, organizado o metódico. Sin embargo, uno no alcanza jamás ejercer consultoría sin la confianza de su cliente.

El buen consultor es como aquel médico a quien le confiamos la salud (y la vida) de nuestros familiares. A él recorremos cuando necesitamos de ayuda, y sus recomendaciones son llevadas a cabo casi sin cuestionamientos.

Alcanzar este nivel de confianza en un cliente no es una tarea fácil. Requiere una secuencia consistente de trabajos bien realizados y de resultados; una prontitud y competencia constante para resolver los problemas que les surgen; y responsabilidad y respeto con los profesionales de esa empresa. Es decir, la búsqueda por resultados no debe exponer a las personas, enfocando atención a lo que se hizo mal o apuntando culpados, pero dedicar esfuerzo en encontrar la solución y en el soportar el desarrollo de los profesionales que trabajan en el cliente.

En segundo lugar, un buen consultor también suele tener bastante resiliencia, puesto que en esta actividad hay poquísimo control sobre las condiciones de trabajo. Me refiero al constante cambio ambiente donde se desarrollan los proyectos, a los plazos de entrega muy cortos, y a los viajes frecuentes y todas sus implicaciones - físicas, familiares y sociales.

Idea romántica

De hecho, muchas veces vemos una idea romántica del día a día de un consultor. En especial, sobre las personas con quien interactúa y los localesen que trabaja. En realidad, este profesional normalmente trabaja con las másdistintas clases de profesionales y en ambientes a veces nada confortables. Sólo para que se tenga una idea, esto incluye aentrevistas a operadores en una mina subterránea o a mapeo de procesos en haciendas bajo un sol de 42 grados.

Por último, la actividad de consultoría demanda unacapacidad elevada de trabajo en equipo. Distintamente de lasdemás profesiones, en una consultoría los grupos de trabajo se forman y cambian en muy corto espacio de tiempo – en su mayoría a cada tres o cuatro meses.Como resultado, uno necesita aprender rápidamente y a todo momento a trabajar con sus nuevos compañeros, subordinados, jefes y clientes. En una analogía futbolística, es más o menoscomo competir en un campeonato cambiando a todos los jugadores a cada partido.

Capacidad de construir confianza, resiliencia y habilidad de trabajo en equipo.Tres calidades fundamentales para la carrera de un consultor y que valoramos cuando contratamos a nuevos profesionales.