Nueva York, version por Raquel Barreira

Mis veinti.... en Nueva York

Por Raquel Barreira,

estudiante de dupla,  rumbo a México

La semana pasada fuimos a Nueva York a celebrar mi cumpleaños. En ese tiempo que
pasamos allí, vimos muchas cosas diferentes, muchas culturas y personas que ni
imaginábamos que tenía en la ciudad.
En mi primer día yo estaba sola, entonces fui caminando, sin mucho destino, y conocí casi
toda Manhattan, cerca de 29km. Al final del día, no me soportaba estar de pie. El sábado, Ana
y nuestros amigos llegaron y fuimos a Koreatown y algunas ferias en la calle, pero ellos
estaban muy cansados y regresamos al hotel temprano.
Domingo, Ana y yo decidimos ir a un barrio más lejos, que se llama “Flushing”. Este tiene
más personas de China que Chinatown, y este fue uno de mis lugares favoritos, parecía como
sí estuviéramos realmente en China. Después, luego por la tarde fuimos al Bronx, barrio
italiano también fuera de la isla de Manhattan. Nos encontramos con nuestros amigos y
comimos en un restaurante italiano muy bueno.

El Lunes, dos de nuestros amigos estaban trabajando y solo fuimos Ana, yo y otro amigo para
los barrios de Chelsea, Soho y Chinatown. Caminamos mucho y comimos comidas muy
buenas en todos los lugares, pero al final del día ya no pudimos dar un paso.
El martes, fuimos en la mañana a Brooklyn, pero como era el día de elección en América no
tenían muchas cosas abiertas tan temprano. Por eso, solamente caminamos por las calles y
comimos una pizza muy famosa en NY, llamada Juliana's Pizzas. Ana no comió la pizza y se
fue a una tienda que tenía muchas comidas de todos los países.
En la tarde del mismo día, fuimos a una parte también fuera de Manhattan que se llama
“Little Russia”, muy cerca de Coney Island. En la parte rusa tenían muchas tiendas, negocios
y muchas comidas buenas, y en la parte de Coney Island había un parque de diversiones con
muchos juegos, todo muy estilo americano.
En los días siguientes, fuimos a varios lugares famosos en la isla de Manhattan, como el
museo MOMA, el teatro Apollo y, claro, a la calle de Times Square.
Toda la ciudad tiene mucha agitación y cosas para hacer todo el tiempo. Todo lo que
queríamos encontramos, de especias a ropas, comimos muy bien, pero todo fue muy caro.
Para mi cumpleaños, aún en viernes fuimos a una fiesta con Drags y, el sábado, que fue el día
de verdad, fuimos a una feria callejera en Brooklyn para después solo comer un ramen
buenísimo, lo mejor que ya comí en mi vida. Para el fin de un día perfecto, mi novia compró
el cheesecake que yo estaba hablando que quería desde que llegué a la ciudad.