Policía y derechos humanos: mucho que ver Por Rafael Delfino Rodrigues Alvez, alumno Dele C1, Goias.

Soy policía desde hace siete años,y como formación académica me gradué en publicidad desde hace diez.
 
Ya he escuchado muchas veces a la pregunta: "¿Qué hace un profesional de la comunicación en una institución militar?" Entonces, yo contesto diciendo que hay varias funciones en la policía, incluso, la comunicación es una función estratégica en instituciones de seguridad pública.

Para mi y para todos, confieso que ser policía no fue mi sueño de niño, pero hoy tengo orgullo de ser policía. Entiendo la importancia de ser un policía-comunicólogo y comprendo también que la comunicación social pública es una herramienta de ciudadanía. Veo que es muy importante que los profesionales de la comunicación que trabajan como policiales. Es una manera de humanizar las relaciones de la policía con la sociedad.

Al mismo tiempo nunca he parado de estudiar, hice especialización en marketing, comunicación y medios en el sector público, después me torné master en comunicación, todo el proceso seguí trabajando en la policía militar de mi província, sin licencias para estudiar.

Actualmente, empecé un doctorado en Derechos Humanos y aún sigo escuchando a las personas:  "¿Qué hace un policía estudiando derechos humanos? ¡Nada que ver!". Entonces contesto: ¡Mucho que ver!

Aunque no parezca, la policía es una institución que garantiza los derechos humanos fundamentales para la población (vida, libertad, seguridad y democracia son ejemplos). Sin la seguridad pública, probablemente habría más muertes, menos libertad y más violencia. Sé que hay violencia y muertes causadas por la policía también y que hay policías que no respetan los derechos humanos, pero la gran mayoría de los policías trabajan para garantizar los derechos fundamentales de una sociedad.

En mi opinión, la policía es un reflejo de la sociedad que le pertenece, porque es creada por seres humanos en un contexto social y cultural. En suma, puede haber personas racistas, machistas, homofobicas y varios tipos de preconcepciones, sin embargo, hay también espacio para la lucha antirracista, feminista, lucha por las causas homosexuales y LGBTQI+.
 
En conclusión, intentar traer los estudios en derechos humanos para la policía y traer la realidad de la policía para los estudios en derechos humanos es fascinante y tienen tudo que ver. Se parecen opuestos pero son cercanos y complementarios.

Parafraseando a un filósofo holandés llamado Espinosa, se puede decir que el derecho sin acción es una mera abstracción. Entonces, reflejando mi profesión, policía militar, sumado a mi condición de comunicólogo social público y también  investigador en Derechos Humanos, puedo decir que más que abstraerme, yo, con mucho orgullo, hago acciones en ciudadanía y derechos humanos todos los días de trabajo y estudio. En un ciclo que se alimenta y a veces se contradice, pero que principalmente me hace actuar.