Una quinceañera nada tradicional

 Por Danielle Avidago Mondego, nuestra alumna más pequeña, 16 años,  ya con un Dele B1 y muchas ganas de viajar.
 

    Algunas chicas tienen el sueño de entrar en un salón lleno de invitados con un vestido asombroso. Otras, sueñan con un vals junto de su príncipe. Yo, soñaba en ver toda Nueva York encima o arriba de un edificio.

    Y ni la primavera gélida de la “Big Apple” fue capaz de impedirme de celebrar mis 15 años con el vestido rosa que yo compré 4 años antes en la “H&M” de Miami justamente para vestirlo en mis quince años. Solo para que tengas una idea básica, yo estaba con 2 pentimedias térmicas, una blusa térmica sobre el vestido, un bolero, un abrigo que me cubría los hombros hasta algunos centímetros debajo de la rodilla: una bufanda, una gorra de invierno y botas. Claro que yo me saqué todo cuando llegué al restaurante. También me cambié las botas por los tacos que yo puse en mi bolsa.

    Bien, llegó el momento tan esperado. Allá yo estaba, juntamente con mi madre y mi padre, día 7 de Mayo, cenando en el “The View” un restaurante que gira 360 grados, siendo posible ver toda Nueva York al paso que disfrutas de una cena maravillosa recibiendo una atención nota mil (el camarero me llamó de princesa toda la noche). ¡Yo gané también un pastel de chocolate belga!

    Cuando yo pensé que la noche no podría ser más mágica, así que llegué en el hotel, bailé el vals con mi padre en el “lobby”. De la misma manera que una debutante haría, rodeada por las 15 parejas (la diferencia fue que yo estaba rodeada por 15 turistas confusos)

    Entonces, mismo fuera de los padrones, yo hice todo que una debutante haría: bailé el vals con mi padre, usé tacos y un vestido, estaba rodeada de las personas más importantes de mi vida en mi lugar favorito y, principalmente, tuve una de las noches más especiales de mi vida!