Vivir en el Extranjero

Por Ushas, assitente de Cursos de Espanol Online.com por Skype

Vivir en el extranjero tiene su parte divina y su parte tediosa. Elegir un lugar para vivir un determinado tiempo es todo un desafío, como si el mismo lugar, el universo, la vida, etcétera; te pusiese a prueba y te preguntara constantemente: Realmente quieres lo que quieres?

Y así una tras una vas pasando todas tus pruebas y cada una de ellas que es superada es un respiro de vida, de sensación a libertad (aunque sea por un “tiempito”).

Lo que se espera de una misma es que levantes la cabeza y te hagas tu propio piso, así sabrás de que estas construida y no dudarás a la hora de relajarte y disfrutar. No así como en esas ocasiones en que alquilas un apartamento y todo es muy bonito hasta que llueve, te diste una ducha, o cocinaste y el horno no funciona.

En mi barrio se dice: “embarrarse las manos”. Seguidamente explicaré este gesto: a nadie le gusta esa cosa de verse sucia, el barro entre las uñas, una sensación bien incómoda ¿no?

Pero cuando has usado tus propias manos para salir de “ese” lugar y has construido tu casa (como forma de decir, puede ser cualquier otra cosa: un proyecto, hablar un idioma, terminar una carrera, hacerse responsable por la propia decisión, etc.)

Mi consejo es elegir un lugar hermoso (dentro de tu casa, un país, una ciudad, una clase, etc.) para que cada vez que mires hacia adelante sepas que todo esa incomodidad tiene un valor hermosísimo en potencia! Hacia ahí vamos!